Los apasionados de las dos ruedas los repetimos infinidad de veces… ¿pero conocemos realmente su origen y la historia que tienen detrás?
Hubo un tiempo en que los nombres de las marcas no se ponían por meros criterios de marketing, sino que escondían las historias de superación, de rivalidad y de orgullo de quienes las fundaron. En el mundo de la moto, un producto pasional como pocos, esto se hace todavía más visible, ya que muchos fabricantes nacieron en una época en la que la fiabilidad del vehículo casi se asociaba al honor de quien lo construía y el nombre en el depósito significaba mucho.
La mayoría de compañías se convirtieron en lo que son hoy en día porque durante la Segunda Guerra Mundial habían trabajado, aunque fuera muy tangencialmente, para las derrotadas fuerzas del Eje y no les quedó más remedio que reinventarse.
Aprilia
Las motos con nombre de coche
Curiosamente, y a pesar de lo comentado anteriormente, comenzamos por una de las pocas marcas que no lleva el nombre de su fundador, aunque fue él mismo quien lo quiso así. Aprilia fue fundada por el empresario Alberto Beggio en Noale -en la zona del Veneto, Italia- en 1946, en plena postguerra. Como tantas otras empresas en circunstancias similares, lo hizo para satisfacer las necesidades básicas de transporte de una sociedad arrasada por los bombardeos y una crisis económica asfixiante. A Beggio le encantaba el Lancia Aprilia de 1937, uno de los coches más modernos y aerodinámicos del mundo en su época y llamó a sus motos con ese nombre porque quería que fueran el equivalente del Lancia Aprilia pero con dos ruedas.
BMW
Del cielo a la tierra
Las siglas BMW corresponden a Bayerische Motoren Werke AG (fábrica de motores bávara S. A). Al principio de su andadura empresarial se llamó Rapp Motorenwerke GmbH. Fue fundada en 1913 por Karl Rapp y estaba especializada en motores de aviación. En 1916 la Rapp recibió el encargo de dos mil propulsores para la fuerza aérea alemana y ello llevo a la absorción de otra compañía, la Otto Flugmaschinenfabrik, convirtiéndose entonces en la Bayerischen Motoren Werke GmbH. Al finalizar la I Guerra Mundial a la compañía se le prohibió fabricar cualquier tipo de motor de avión durante 5 años y es entonces cuando empieza a interesarse por las motocicletas, convirtiéndose en la actual Bayerische Motoren Werke AG.
Ducati
Pasión por la radio
La compañía fue fundada en 1926 por Antonio Cavalieri Ducati y sus hijos Adriano, Marcello y Bruno Ducati para dedicarse a la incipiente electrónica de consumo, en auge en los años 20. En 1935 ya era la empresa más importante de Italia en materia de emisores y receptores de radio, tanto particulares como profesionales, contando con el mismísimo Marconi como asesor y recibiendo el encargo de suministrar los equipos de comunicaciones al ejército de Mussolini. Precisamente por eso la factoría Ducati fue considerada objetivo militar y bombardeada y ocupada por las tropas americanas, de modo que tras la II Guerra Mundial no retomó su actividad original y comenzó también a fabricar motos ligeras.
Honda
Talento y tesón
La marca líder mundial recibe el nombre de su fundador Soichiro Honda. De familia muy humilde, al joven Honda su tesón le llevó del pequeño taller de bicicletas de su padre a hacer de aprendiz con 15 años en una fábrica de pistones y a crear en 1937 la empresa Tōkai Seiki, que trabajaba para Toyota. Como la compañía nipona fabricaba los camiones del ejército imperial japonés, al estallar la guerra su instalación también cayó bajo las bombas americanas. En 1948 crea Honda Motor Company junto a su socio Takeo Fujisawa para fabricar bicicletas motorizadas tras la derrota de 1945. Solamente un par de años más tarde sus modelos se despachaban, literalmente, por centenares de miles.
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Kawasaki
Pioneros del vapor
Con 17 años, Shozo Kawasaki era el encargado de mandar por barco a otras regiones de Japón los kimonos que tejía su padre. En 1901, harto de perder cargamentos por naufragios, decidió arriesgarse y fabricar el que sería el primer barco de vapor del país del sol naciente. Apenas una década más tarde construía enormes embarcaciones mercantes y acorazados para la Armada Imperial. Tras la capitulación de Japón, a la Kawasaki Heavy Industries se le prohibió fabricar cualquier tipo de embarcación susceptible de ser empleada militarmente y tuvo que destinar toda su producción a la motorización civil del país. En enero de 1961 veía la luz la primera moto fabricada por Kawasaki, inspirada en una BSA británica. Eso sí, lo hizo con la denominación “Meguro” en el depósito.
KTM
Maquinaria civil
Las siglas de la marca austriaca hacen referencia tanto a sus creadores como a la localidad en la que nacen: Kronreif Trunkenpolz Mattighofen. Hans Trunkenpolz abrió en 1934 en Mattighofen una pequeña empresa dedicada la venta, reparación y transformación de motos y furgonetas DKW y automóviles Opel. Con la anexión de Austria al Reich alemán prosperó, aunque a diferencia de otros fabricantes germanos, no fue represaliado tras la guerra ya que su labor se había centrado durante los años del conflicto esencialmente en el mantenimiento de maquinaria civil. Eso le permitió en 1953, tras incorporar como socio a Ernst Kronreif y denominar oficialmente a la compañía KTM, comenzar la producción en serie de su primera moto, la R100.
Suzuki
El algodón más rápido del mundo
Michio Suzuki se dedicaba al negocio textil desde 1909, cuando creó los telares de algodón Suzuki Loom Works. De hecho, la empresa dominó buena parte del negocio del algodón japonés prácticamente hasta 1950, cuando el mercado nipón se vino abajo por la caída del consumo y la competencia de otros países emergentes como la India. Veinte años antes, en 1931, había invertido a título de experimento en una fabrica de automóviles que nunca había acabado de funcionar pero que seguía estando operativa. Michio Suzuki decidió utilizarla para construir una bicicleta motorizada con un pequeño propulsor low cost de 36 cc de la cual vendió -literalmente- millones de unidades. Acababa de nacer la Suzuki Motor Corporation.
Yamaha
Música y motores
Las hélices de madera eran una de las partes más delicadas y costosas de los primeros aviones de principios del siglo XX. Alguien en la administración japonesa sugirió el nombre de Torakusu Yamaha para ocuparse de su mantenimiento, ya que desde 1887 era uno de los Luthiers -fabricante de instrumentos musicales de cuerda frotada, como los violines- más prestigiosos de Japón, con un reconocido dominio de las maderas nobles. Con su entrada en el sector aeronáutico la marca creó una división de motor y siguió trabajando durante dos décadas para la fuerza aérea nipona. Al acabar la guerra derivó la producción hacia la fabricación de vehículos ligeros que aliviaran la movilidad durante la postguerra y en 1954 lanzó la primera motocicleta Yamaha, la Ya-1 “Akatombo”.